Con el tiempo te das cuenta de que desahogarse cada vez es más complicado, antes desahogarse no gozaba de esa absurda complejidad que hoy tantos quebraderos de cabeza nos proporciona. Antes desahogarse, liberarse, soltar esa sensación arraigada de tristeza y hastío era más sencillo... Se trataba simplemente de encajar la pieza, terminar un puzzle, cerrar un círculo, dar por zanjado aquello que tanto nos afecta, terminar un capitulo y comenzar uno nuevo. Deshacerse del dolor, la angustia, malestar y tristeza que nos agitaba era posible...Una conversación con la persona correcta, esa canción que siempre anima, un inspirador paseo, ese fuerte abrazo que siempre se agradece, ese desahogo con el folio, esas palabras...Esos "Todo irá bien", esos "Ya pasó", esa mirada al cielo, ese mundo aparte en tus cascos, esa copa amarga, esa nueva ilusión que eclipsa lo malo, esas lágrimas que brotaban como nunca jamás lo habían hecho...
Pero seamos realistas, ahora escuchamos esas canciones que parecen no llegarnos, damos esos paseos sin un destino claro, nos peleamos con el folio sin sentido, no distinguimos el sabor de la copa, los abrazos nos roban aire y contar aquello que nos aflige nos hace caer en el victimismo, nadie parece ser la persona correcta, nos acostumbramos a escuchar las mismas palabras una y otra, y otra vez...Palabras que te cansas de leer y oír, de no entender, han perdido tanto significado...Las lágrimas ya no descargan la pena, por ello los adultos son quienes menos lloran. Siempre la misma historia, me ilusioné y perdí de nuevo ¿Pero quien te hace ahora sonreir a ti?
El malestar nos agobia, queremos derribar esas cuatro paredes que nos mantienen preso, pero temerosos nos resguardamos bajo su techo, nos extasia la idea de tirar abajo esa estúpida puerta que impide salir la pena pero ni a golpes se abre... Luchamos por traspasarla, fabricar una ventana, volar el techo, agrietar el suelo...Ansiar salir, huir, dejar todo atrás... Pero siempre nos persigue, ay... Que duro es esto de madurar, cada vez duelen más las desilusiones porque cuesta mucho más ilusionarse, hay carícias tan caras... ¿Que mal te quiso verdad? Quien fuera niño con cuaderno sin manchar pero... Al fin y al cabo cada año es un peldaño con algún que otro daño.

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